Cuenta la leyenda que bajo las aguas del lago de Isoba (León), en la vertiente
sur de la Cordillera Cantábrica, se encuentran todas las casas del pueblo
excepto la del cura y la de una vecina que acogió a un grupo de peregrinos que
marchaban Camino de Santiago. Sea verdad o no, en los días de poco viento la
lámina de agua del lago Isoba se convierte en un espejo en el que se reflejan
las dos montañas que lo protegen, en la Vega Fonda, muy cerca del pueblo
homónimo. Como podéis apreciar, un enclave muy fotogénico.
Cerca queda otro lago, el lago del Ausente, en un rincón apartado y de gran belleza, al pie
de las montañas de San Isidro, como el de Isoba. De hecho una de las rutas más
preciadas es la que une ambos lagos y termina en la estación de San Isidro. El
acceso más sencillo a este lago es por pista (3,3 km . ida de los que el
último kilómetro que es senda) desde San Isidro ida y vuelta siguiendo el
PR-LE26.
El lago del Ausente también tiene su propia leyenda,
igualmente vinculada a la peregrinación. En verano sus aguas son de un azul
intenso y en invierno permanecen congeladas al pie del circo formado por el
pico Requejines y el Ausente. Ambos son lagos de origen glaciar y son dos de
los enclaves más bellos del leonés valle
del Porma. Tranquilos, imponentes, silenciosos, idóneos para encontrarse un
rebaño de rebecos saciando la sed en sus aguas o descansando entre los peñascos
y praderas de sus orillas.
Al lago de Isoba se llega caminando algo más de 7 kilómetros por el PR-LE 17 desde Puebla de Lillo a través del robledal de Polvoredo, pero también se
accede cómodamente en coche por la carretera que sube desde Puebla de Lillo a Isoba y la estación de San Isidro. La
dificultad de acceso pues, en esta ocasión no es excusa. Podéis disfrutar de esta
excursión durante todo el año, incluido el invierno. Normalmente la cota en la
que se ubica este lago glaciar (1.100
m . altitud) no impide el acceso, y si la nieve hace acto
de presencia, se antoja como una de las excursiones en raquetas de nieve más bellas
del valle del Porma. Y entre las muchas sorpresas del valle cerca de Isoba
aguarda un tercer lago en la Peña del Viento… el lago de los Hazas. Mitología y
belleza real a partes iguales.