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lunes, 6 de octubre de 2014

Els Ports, paraíso para la cabra montés

 
Els Ports cuenta con la mayor población catalana de cabra montés.
Al sur de la provincia de Tarragona, donde se dan la mano las comunidades Cataluña, Aragón y Castellón, Els Ports se levanta con sus casi 1.500 metros de altitud como una barrera natural calcárea con una vertiente sudeste de clima suave, atemperado y una mitad occidental más continental. Las partes más altas y escarpadas de ambas vertientes constituyen el hábitat idóneo para la cabra montés, que cuenta en el parque natural de Els Ports con la principal población de Cataluña de este endemismo ibérico y una de las principales poblaciones peninsulares.

Entre sus riscos y escarpes se mueven gráciles estos bóvidos, gracias a sus pezuñas perfectamente adaptadas al relieve. Se trata de la cabra montés de la subespecie hispanica (Capra pyrenaica subsp. hispanica), que se distribuye por las sierras litorales de la península Ibérica. En los sistemas montañosos centrales está presente la (Capra pyrenaica subsp. victoriae), que presenta diferencias con la cabra de Els Ports, como por ejemplo en la forma de los grandes cuernos de los machos.


Las cabras no son muy amigas del viento así que en los días ventosos, búscalas en las zonas más protegidas, al abrigo de paredes rocosas. No será difícil observarlas a primera hora de la mañana y última de la tarde, cuando están más activas, en las laderas pedregosas. También asomadas al vacío. Buscad sus siluetas recortadas con el azul del cielo en las partes altas de los escarpes rocosos. Resulta impresionante observar la facilidad con la que saltan de roca en roca desafiando a la verticalidad de algunos riscos y cuestionando incluso la propia ley de la Gravedad. Si newton levantara la cabeza quizá se replantería su teoría viendo desenvolverse a las cabras. En la época de celo, a finales del otoño y comienzos del inverno, las peleas entre los grandes machos haciendo chocar violentamente sus fortísimos y enormes cuernos para ganarse el dominio de la manda y el harén de hembras adultas, ponen los pelos de punta. Pocos espectáculos en la naturaleza española superan a esta sonora y belicosa berrea.
Durante estos días de junio en Els Ports, he tenido la suerte de observar también a las pequeñas crías, que apenas cuentan con un mes de vida.


El íbice ibérico o cabra montés es el principal motivo que me ha traído en esta ocasión al parque natural de Els Ports, pero no el único. El resto de su fauna y la biodiversidad de flora hacen que este parque se encuentre entre los más interesantes de la geografía catalana.

El principal interés desde el punto de vista de las aves probablemente resida en las aves, pues a las sedentarias águila real, águila perdicera, halcón peregrino, azor, buitre leonado, etc., se suman en el verano el águila culebrera, el alimoche y el águila o aguililla calzada. Sobresaliente es la importancia que la herpetofauna tiene Els Ports, donde habitan más del 50% de las especies de anfibios y de reptiles que existen en Cataluña.



Las marcadas diferencias entre el clima de ambas vertientes marca la distribución de la vegetación presente en cada una y la existencia de especies mediterráneas (sobre todo), pero también eurosiberianas y boreoalpinas que se traducen en una amplia variedad de plantas y el hecho de que en estas montañas crezcan un millar de especies: encinas, pinos laricios y pinos silvestres, tejos a los que acompañan arbustos como el boj, la coscoja, el palmito, etc. Me quedo con la presencia de un buen número de endemismos, entre los que citar por ejemplo el sauce de roca y sobre todo con las formaciones de bosques de haya. Al sur de Els Ports, en las partes más umbrosas, crecen los hayedos más meridionales de Cataluña y que se encuentran a la vez entre los más meridionales del continente europeo.

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