Páginas

martes, 22 de julio de 2014

Macizo del Pedraforca, el coloso prepirenaico

 
Vista sur del Pedraforca.
La Sierra del Cadí-Moxeiró es uno de mis conjuntos montañosos prepirenaicos preferidos. Quizá sea por su fuerza, su envergadura, la diferencia de sus paisajes frente a otras sierras prepirenaicas, su flora y fauna… seguramente sea por la unión de todo ello.

Y entre esos paisajes mayúsculos destaca la agreste verticalidad de la vertiente norte del Cadí y la monumentalidad del macizo del Pedraforca, al sur.

Mariposa Apolo

El Pedraforca emerge aislado, con su característica doble cumbre formada por dos palas llamadas Pollegó Superior (2.507 m.) y Pollegó Inferior (2.445 m.). A esta montaña le tengo un especial cariño cuando hace ahora 12 añitos la subí por primera vez. Es una ruta de fuerte desnivel pero absolutamente embaucadora. Recuerdo especialmente la bajada por la célebre “Tartera” (la Horcadura), el collado pedregoso que separa ambas cumbres y por el que se realiza una empinadísima bajada hasta ganar terreno más horizontal en el bosque. Si, la subida al Pedraforca es una ruta dura que requiere buena forma física, pero en este macizo hay otras muchas rutas y es un lugar excelente para pasar una jornada en familia difícil de olvidar. Por ejemplo la ruta del Carbonero Garrapinos o acercarse hasta el bosque de Gresolet, hasta alguno de los árboles monumentales que por su edad, dimensiones o rareza merecen ser destacados por su singularidad (Abeto y haya de les Molleres de Gresolet, haya de la baga de Gresolet, pinos de la Pleta dels Baganesos, pino del roc des Castellots, hayas del Clot de l’Om), o simplemente tumbarse en alguno de sus prados rodeado de flores… placeres naturales inolvidables.

Pollegós inferior (izqda) y superior (dcha) separados por La Horcadura.


El Macizo del Pedraforca, a caballo entre Barcelona y Lleida, es Paraje Natural de Interés Nacional está formado por bosques de pino albar y de pino negro pero crecen también hayas, abetos roble pubescente. En el sotobosque crecen la gayuba, el boj y la enebrina. También destacan los prados y los hábitats pedregosos. Por aquí moran rebecos, martas, gatos monteses, zorros, jabalíes, comadrejas, anfibios y reptiles, un buen número de mariposas y sobre todo aves de la importancia del quebrantahuesos, el urogallo, el pito negro, el treparriscos, el puiquituerto, el cárabo, la chova piquigualda o la chova piquirroja, entre otras muchas especies.
Chovas piquirrojas


Cuando vengáis al Pedraforca lo primero que os llamará la atención, ya desde lontananza, es la silueta de la montaña. La carretera de Saldes es una magnífica opción para ello. Haréis trabajar a la cámara de fotos de lo lindo.  Lo que contemplaréis, geológicamente hablando, son los tres mantos de corrimiento del Pedraforca; materiales eocénicos, mesozoicos, margosos, calcáreos, arcillas… un macizo de gran relevancia geológica.

El aspecto de la montaña cambia contemplándola desde el noreste.


Y hablando de miradores no os perdáis el mirador de El Castell de Termes y el mirador del Roser (ambos en Gósol), el mirador de Gresolet (Saldes) y el mirador de Maçaners (Maçaners, Saldes).
Camino a la cumbre...



Y para comprender mejor todo el paisaje y sus valores naturales os recomiendo un par de paradas previas: el Centro del Parque natural del Cadí-Moxeiró (Bagà) y el Centro de Información e Interpretación del Massís del Pedraforca (Saldes).

No hay comentarios:

Publicar un comentario